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Elaboran en la UAQ biofertilizante que estimula el crecimiento de las plantas

Un biofertilizante nanoestructurado que provoca el crecimiento vegetal es elaborado por la Mtra. Betsie Martínez Cano, alumna del Doctorado en Ingeniería de Biosistemas de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ); este es uno de los 14 proyectos estudiantiles del Fondo para el Fomento de la Cultura Emprendedora 2022, en la categoría Soberanía Alimentaria.

La universitaria es asesorada por el Dr. Genaro Martín Soto Zarazúa y la propuesta consiste en un biofertilizante de origen bacteriano a base de Bacillus pumilus y Stenotrophomonas rhizophila. Su motivación es brindar una alternativa amigable con el medio ambiente a los fertilizantes artificiales.

“Aunque ya existen biofertilizantes con base en bacterias, el reto al que me enfrenté fue que estas no sobreviven en el suelo por un tiempo prolongado, por lo que no se obtienen los mismos resultados que con un agroquímico”, explicó la Mtra. Martínez Cano.

Detalló que -para extender el tiempo de vida de dichas bacterias, tanto en suelo como en almacén- trabajaron en el desarrollo de un tipo de vehículo a base de nanoestructuras sílice mesoporoso SBA-15.

“Comprobamos la efectividad de las nanoestructuras utilizadas como vehículo de bacterias promotoras de crecimiento vegetal, tanto en almacenamiento como en un cultivo de lechuga, y encontramos que -tras un año en almacenamiento- las bacterias seguían activas; mientras que al aplicarlas en el suelo de cultivo de las lechugas se mantienen activas durante todo el desarrollo de la planta”, pormenorizó.

La Mtra. Martínez Cano añadió que la alternativa luce como un polvo blanco muy fino, lo cual permite su reserva y para el uso en plantas basta disolverla en agua de cultivo, “lo que hacemos es colocar las bacterias que están como en un caldo, las combinamos con el SBA-15 bajo ciertas condiciones y luego la mezcla la ponemos a secar hasta que quede como un polvo”.

El proyecto se encuentra aún en fase de pruebas y desarrollo; los primeros resultados fueron: aumento de 30 por ciento de la tasa de germinación comparado con un control negativo; en un cultivo de lechuga, desde siembra hasta cosecha, aumento del peso de la planta, la altura, el grosor del tallo y el rendimiento en general, comparado con el control negativo.

En relación a su participación en Cultura Emprendedora destacó que esta convocatoria es un apoyo y motivación para la investigación, a la par que busca generar un impacto positivo en la población en general.

“A veces lo que se hace en las universidades es hasta cierto punto ajeno a la sociedad o se queda en el papel. Invito a mis compañeros a buscar que la ciencia llegue a todos. Quisiera agradecer el apoyo, tanto de Dirección como de mi asesor, en este proyecto”, finalizó.